Habla un criador
de Wagyu japonesa
El trabajo con pedigrís de Wagyu japonesa
Yuhei Kubo
Yuhei Kubo se dedica desde hace veinte años a la cría de reses Wagyu japonesas como miembro del Grupo de Criadores Mirai, que produce esta carne en la prefectura de Kagoshima y alrededores. JFOODO visitó al Sr. Kubo para preguntarle acerca del orgullo y la ardua labor que implica la crianza de estos animales.
Reses Wagyu japonesas criadas en una vasta hacienda de Kyushu, sur de Japón
Nuestra finca se encuentra en una cuenca que es sumamente calurosa en verano y fría en invierno. Sin embargo, creemos que esta amplia gama de temperaturas nos ayuda a criar reses Wagyu japonesas fuertes y de alta calidad.
Nuestras vacas reproductoras y becerros pueden correr a sus anchas en nuestros extensos terrenos, por lo que están muy relajados. Debido a que los criamos en un entorno prácticamente natural, las vacas reproductoras pueden procrear sin problemas y los becerros crecen sanos y fuertes. Observamos constantemente al ganado y prestamos atención a los más mínimos cambios que puedan ocurrir en cada ejemplar, para estar siempre al tanto de su estado de salud.
La cría de wagyu japonesa en las estaciones más rigurosas
Las reses Wagyu japonesas son animales muy sensibles. Son vulnerables al calor y al frío, de modo que los becerros nacidos en verano crecen de manera diferente a aquellos procreados en invierno. Por eso cuidamos de cada uno de manera individual. En verano, usamos nebulizadores y extractores de aire para evitar que suba excesivamente la temperatura en el establo. También cubrimos el suelo con paja, que al impedir que se levante el polvo de serrín, contribuye a prevenir las enfermedades respiratorias. Durante el invierno, la paja evita que el vientre de los becerros se enfríe demasiado. También instalamos calefactores en el establo y protegemos al ganado del frío mediante chalecos especiales.
Un entorno agradable y libre de estrés, creado en función del pedigrí
La calidad y el volumen de producción de la carne Wagyu japonesa dependen en cierta medida de su pedigrí. También influyen el entorno local, la atención suministrada y otros aspectos de la cría de los becerros. Soy responsable de determinar si el entorno de la finca se adecúa a un pedigrí específico. Nos enorgullecemos de nuestro trabajo como criadores de Wagyu japonesa. Afortunadamente, los jóvenes están sumándose a la profesión y les transmitimos los conocimientos que hemos acumulado sobre la crianza de Wagyu japonesa. También es importante mantener una buena relación entre colegas. Pienso que crear un entorno de trabajo libre de estrés ayuda a los becerros a relajarse y eso, a su vez, nos permite producir Wagyu japonesa de primera calidad. Esto es algo en lo que creo firmemente.